Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús les dice a sus discípulos que estén atentos. Hoy es el comienzo del tiempo de Adviento, un gran tiempo litúrgico de vigilancia, espera y vigilia.
¿Qué podemos hacer durante este tiempo de espera? ¿Cuáles son algunas prácticas que nosotros podríamos hacer para adentrarnos en la espiritualidad de Adviento?
Recomiendo especialmente la práctica católica de Adoración Eucarística. Pasar media hora o una hora en la presencia del Señor no es para querer lograr ni conseguir algo — no es para «llegar» a ninguna parte— más bien es una forma muy especial de espera espiritual.
Cuando estemos ante el Santísimo Sacramento, llevemos a Cristo los problemas o dilemas que nos han estado preocupando, y luego digamos: “Señor, estoy esperando que resuelvas esto, que me muestres la salida, el camino a seguir. He estado yendo y viniendo, planeando, preocupándome, pero ahora me pongo en tus manos”. Luego, durante este tiempo de Adviento, estemos atentos a las señales.
Además, cuando recen ante la Eucaristía, permitan que se intensifiquen sus deseos por las cosas de Dios; permitan que su corazón y alma se expandan. Oremos diciendo: “Señor, prepárame para recibir los regalos que me quieres dar”, o incluso, “Señor Jesús, sorpréndeme”.