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Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús se identifica a Sí mismo como una puerta para las ovejas y dice: “El que entra por mí se salvará”. Entonces, ¿esto significa que solo los cristianos serán salvados? ¿Significa que a menos que seas bautizado no recibes el Espíritu Santo?

Hay dos tendencias que aquí debemos evitar. Por un lado, los exclusivistas, que afirman que sólo los católicos bautizados podrán salvarse. Esta no es la enseñanza de la Iglesia. Ahora, el otro extremo (creo que muy frecuente hoy), es que la religión que cada uno siga es finalmente una cuestión indiferente, siempre y cuando uno encuentre su camino espiritual.

Esta segunda visión no le da suficiente peso a la singularidad del cristianismo. Con Jesucristo, algo completamente nuevo ha entrado en el mundo, algo que profundamente satisface a Dios y, por lo tanto, de gran importancia para nosotros.

Este es el poder y el mensaje de la Cruz, esta es la dinámica a la cual los bautizados hemos sido atraídos. El sufrimiento redentor es lo realizado por Jesús en la Cruz: soportar el sufrimiento para hacer lo correcto. Esto es agradable a los ojos de Dios, precisamente porque es redentor para el mundo, precisamente porque quita algo que Dios odia.