Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility

Amigos, en la maravillosa historia donde se calma la tormenta del mar somos testigos de la dinámica espiritual entre el miedo y la confianza. Cuando cruzan el lago, los discípulos representan simbólicamente a todos nosotros en un viaje por la vida. Cuando se enfrentan a las poderosas olas, inmediatamente están llenos de temor. Del mismo modo, cuando nos enfrentamos a las pruebas y ansiedades de la vida, la primera reacción es el miedo. 

Jesús está “durmiendo sobre el cabezal”. Él representa el poder divino “dormido” dentro de todos nosotros. Esto simboliza la energía divina que no se ve afectada por las tormentas de miedo que genera nuestro ansioso ego. 

A nivel espiritual, vemos que este poder divino calma las olas: “Despertándose, Él increpó al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Cállate!”. 

Esta hermosa narrativa sugiere que, si solo despertamos a la presencia de Cristo dentro de nosotros, entonces podemos resistir aún las tormentas más aterradoras. Cuando, al final de la historia, Jesús pregunta a sus desconcertados discípulos: “¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?” parece sorprenderse que aún no hayan experimentado ese cambio de corazón necesario para vivir en el Reino de Dios.