Amigos, en nuestro Evangelio de hoy Jesús nos anuncia quién es: “Yo soy la luz del mundo”. El Evangelio de Juan contiene una serie de afirmaciones diciendo “Yo soy”: “Yo soy el pan de vida”; “Yo soy el buen pastor”; “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Y aquí realiza otra de esas afirmaciones poderosas: “Yo soy la luz”.
El cristianismo es, ante todo, una forma de ver. Todo en la vida cristiana fluye y gira alrededor de la transformación de la visión. Los cristianos ven de manera diferente, y es por eso que su oración, adoración, acción y forma de ser en el mundo tienen un acento y sabor distintivos.
Y Jesús es la manera de ver. Cuando estamos inmersos en Él, cuando asumimos su mentalidad y actitud, cuando vivimos su vida, podemos ver el mundo tal como es, y no a través de la lente distorsionada de nuestro miedo y nuestro odio.