Amigos, en el Evangelio de hoy, Jesús nos cuenta la parábola donde se compara el Reino de los Cielos con un rey que ofreció un banquete de bodas para su hijo. Los invitados a la fiesta se niegan a venir. Hay frases y parábolas de Cristo que enfatizan la dificultad de alcanzar el Reino de los Cielos. Por lo tanto, Jesús declara: “Muchos son llamados, pero pocos son elegidos”.
Estos dichos representan una de las grandes paradojas del Evangelio: aunque el reino habita en cada uno de nosotros — está más cerca de nosotros que nuestro propio aliento — permanecemos en peligro de perderlo.
No es de extrañar que Jesús a menudo compare el combate espiritual con una batalla contra la muerte:“Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo”. “El que pierda su vida por Mí, la encontrará”. Esta es la terrible y desgarradora guerra interna que debe ser soportada en el proceso de la metanoia.