Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús alimenta a cinco mil personas.
No hay mejor ejemplo en las Escrituras de lo que he llamado el círculo de la gracia. Dios ofrece, como pura gracia, el don del ser, pero si tratamos de aferrarnos a ese don y hacerlo nuestro, lo perdemos.
Las personas hambrientas que se reúnen alrededor de Jesús en esta escena son simbólicas de la raza humana hambrienta, muriendo desde la época de Adán y Eva por aquello que los satisfaga. Imitando a nuestros primeros padres hemos tratado de llenar este vacío con riqueza, placer, poder, honor, y el puro amor por la dominación, pero nada de eso funciona, precisamente porque todos estamos conectados a Dios y Dios no es más que amor.
Solo cuando conformamos nuestro ser al camino del amor nos llenamos. Así, los cinco panes y los dos peces simbolizan lo que se nos ha dado, todo lo que hemos recibido como gracia de Dios. Si nos lo apropiamos lo perdemos. Pero si se lo entregamos a Cristo, lo encontraremos transfigurado y multiplicado, hasta incluso para alimentar el mundo.