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Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús empieza su ministerio en Galilea.

Según N. T. Wright, anglicano estudioso de las Escrituras, cuando Jesús dijo: “Arrepiéntete, porque el reino de los cielos está cerca”, no estaba llamando la atención sobre verdades espirituales generales e intemporales. Tampoco estaba instando a las personas a tomar una decisión acerca de Dios.

Les estaba diciendo a sus oyentes que Yahvé estaba reuniendo activamente al pueblo de Israel e, indirectamente, a toda la gente en un nuevo orden salvífico. E insistía a sus oyentes a adherirse a este nuevo estado de cosas.

Y en esta unión de la gente estaba implicando que se realizaría el perdón de los pecados, la superación de separaciones y divisiones. En una palabra, la proclamación del reino equivalía a un anuncio de que el Unidor de Israel había llegado y había comenzado su trabajo.Lo más notable de Jesús, según Wright, es que no sólo señaló este hecho, sino que lo encarnó y actuó, tomando con sus palabras y gestos el papel mismo del Unidor. Orígenes dijo sustancialmente lo mismo cuando describió a Jesús como autobasileia, el Reino en persona.