Amigos, el Evangelio de hoy es el comienzo del relato de la multiplicación de los panes cuando se alimenta a cinco mil personas.
Hay oscuridad al comienzo de este famoso relato. Escuchamos que Juan el Bautista acaba de ser decapitado, y Jesús se ha retirado a un lugar remoto y desierto, temiendo probablemente que su destino sea el mismo. El carisma y la reputación de Jesús son tales que miles de personas vienen a buscarlo, incluso a este lugar apartado y peligroso.
Hay muchos matices y trasfondos para el lector con mentalidad bíblica. Vemos el terrible destino para quien habla por Dios: perseguido, forzado al exilio, sin hogar en este mundo. Y de alguna manera, esta es una condición permanente de vida en nuestro mundo conflictivo y caído. Este mundo aquí abajo es un lugar desierto, donde los profetas de Dios están en peligro y donde añoramos cualquier palabra que salga de la boca de Dios.