Amigos, en el Evangelio de hoy hay dos de los discípulos de Juan el Bautista que siguen a Jesús y lo encuentran.
La pregunta de Jesús a los dos jóvenes, “¿Qué están buscando?”, es una pregunta indispensable. Muchas personas pasan por la vida sin saber realmente lo que quieren fundamentalmente y, en consecuencia, van a la deriva.
La respuesta correcta a la pregunta de Jesús es “vida eterna” o “amistad con Dios” o “santidad”. Esta es una articulación simple, clara y sin ambigüedades del objetivo final que cualquier creyente debe tener mientras se esfuerza por llevar adelante su vida.
Otras personas pueden saber, más o menos, lo que quieren espiritualmente, pero carecen del coraje y la atención para perseguir este fin frente a las distracciones y dificultades. Saben que deberían estar creciendo en santidad, pero la cultura secular propone el sexo, el placer, el poder y el honor de manera tan atractiva que se pierde el rumbo. O tal vez reciben críticas fulminantes de aquellos que están atrapados en el viejo estilo de vida y se rinden.
¿Qué estamos buscando?