Amigos, en el Evangelio de hoy, Jesús dice que el Reino de Dios “se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa”.
¿Qué es el Reino de los Cielos? Es la forma de Dios de ordenar las cosas. Muy a menudo la Biblia lo contrasta con el “mundo”, que es el modo de ordenar cosas que nace del pecado. Cuando el interés propio, la rivalidad, el egoísmo, la violencia y el miedo son esenciales, las cosas se ordenarán de cierta manera—económica, política y socialmente.
Pero el Reino de Dios es una forma de ordenar las cosas que nacen del amor—el amor a Dios y al prójimo. La generosidad, la paz, la no violencia y la confianza darán lugar a un nuevo modo de ordenar las cosas. Esto es cierto para una familia, una escuela, una parroquia, una comunidad, un estado nacional.
Ahora bien, ¿cómo se puede hacer que este proyecto arranque? Debe quedar claro que esto nunca sucede de la noche a la mañana. Más bien, en pequeños pasos, la gente comienza a vivir de acuerdo con el reino. Y luego, en los tiempos de Dios, esta nueva comunidad comienza a tener un efecto fermentador en la sociedad en general.