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Amigos, Jesús habla en el Evangelio de hoy acerca de un tesoro enterrado en un campo con el que un hombre tropieza. Entonces vende todo lo que tiene para comprar ese campo. ¿Podría el campo ser el corazón humano, el tesoro ser la imago de Cristo, y la venta de todo una entrega de todos por el bien de la misión?

Jesús también habla de un comerciante que busca una perla de gran precio, y cuando la encuentra vende todo para adquirirla. ¿Podría esta perla ser lo único que vale la pena buscar? ¿Y podría la venta de todo significar una vida que no es exitosa ni centrada?

Joseph Campbell dice que la mayor tragedia en la vida no es tanto el fracaso, sino más bien subir la escalera del éxito y descubrir que uno está sobre la pared equivocada! Bob Dylan estaba reflexionando con cierto pesar sobre el mismo tema cuando dijo: “Cuando llegas a la cima te das cuenta / que estás en la parte inferior”. Podemos pasar toda nuestra vida persiguiendo objetivos que no valen nada, o incluso objetivos que son buenos, pero no son los nuestros —o mejor dicho, no son los de Cristo para nosotros.