Amigos, esta es la gran fiesta de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo. En la primera lectura, el Espíritu se manifieste como un viento fuerte y recio, y aunque el viento no se puede ver directamente, se pueden ver sus efectos. El texto sobre el que quiero reflexionar hoy no está en las lecturas, pero es uno de mis favoritos: Gálatas 5, 22-26, cuando San Pablo habla de “los frutos del Espíritu”. Y se refiere precisamente a este punto: ¿Cuáles son los signos de que el Espíritu Santo está actuando en nosotros?
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