Amigos, ¡Feliz Domingo de Pentecostés! En esta gran celebración del Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad, meditar sobre el número tres nos dirá mucho de lo que necesitamos saber acerca del Espíritu Santo, cuya marca distintiva no es la unidad opresiva ni la diversidad conflictiva, sino la unidad en la diversidad. La Iglesia es un solo Cuerpo con muchas partes, animadas por un Espíritu que manifiesta muchos dones espirituales.
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