Amigos, el pasaje del Evangelio de hoy contiene una declaración de Jesús que está entre las más conocidas y amadas. El Señor le está hablando a Nicodemo y dice: “Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a Su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna”.
¿Por qué razón viene el Hijo? ¿Porque Dios está enojado? ¿Porque Dios quiere dominarnos? ¿Porque Dios necesita algo? No, Él viene puramente por amor. El deseo de Dios es que florezcamos. “Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él”.
No es para resolver problemas de enojos que el Padre envía al Hijo, sino para que la justicia del mundo pueda ser restaurada. Jesús es el cumplimiento de la intención salvífica de Dios, desplegada a través de todo el Antiguo Testamento.