Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility

Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús menciona el amor a Dios y al prójimo cuando un doctor de la Ley lo desafía a mencionar el mandamiento más importante.

Dado que amor (caritas) es lo que Dios es, esta virtud es también la que más dramáticamente nos acerca a Dios. Tomás de Aquino dice, en un lenguaje elocuentemente simple, que caritas significa amistad con Dios. En el gran discurso de despedida que Jesús ofrece la noche anterior a morir, Él dice a sus discípulos que ya no los llama siervos, sino amigos, y con ello abre un mundo nuevo.

En cualquier otra religión, frente a Dios, el ser humano podría ser llamado criatura, penitente, suplicante, pero solo en el cristianismo se lo llama alguien íntimo de Dios. Esto es así porque en Cristo, Dios se ha convertido en uno de nosotros, estableciendo una paridad más allá de lo que nuestra capacidad puede imaginar.

Esta participación en lo que Dios es, Santo Tomás de Aquino nos dice que es caritas, amistad con Dios. El desafío moral, por supuesto, es vivir lo que significa esa amistad, es escuchar y hablar con Dios, obedecer Su voz, abrirle el corazón y, sobre todo, amar lo que ama; es decir, todos y todo.