Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility

Amigos, en el Evangelio de hoy, Jesús expulsa demonios a dos personas poseídas. Debemos notar que los demonios siempre saben quién es Jesús. La voz demoníaca representa una estructura pecaminosa de la conciencia; es la voz de un alma dominada por un ego temeroso.

Cuando aparece el Nuevo Ser, cuando emerge la nueva conciencia en la persona de Jesús, es precisamente este poder demoníaco quien lo reconoce más claramente, así como un animal amenazado es más consciente cuando se acerca un depredador. La psique dominada por el ego sabe intuitivamente lo que Jesús significa: “¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?”

Lo importante para nosotros, espiritualmente, es escuchar con gran atención estas voces internas de protesta, a estos demonios dentro de nosotros, ya que, paradójicamente, facilitarán una asimilación a Cristo, mostrándonos claramente dónde tenemos que cambiar.